Las dentaduras postizas no son la única respuesta Los dientes artificiales existen desde hace milenios. Las personas han combinado todo tipo de materiales en el intento de comer para poder sobrevivir. A lo largo de los siglos se ha utilizado de todo, desde hueso hasta madera, y el resultado han sido unos sustitutos que ajustaban mal, provocaban dolor y eran ruidosos. Las cosas han mejorado en el último siglo con la llegada de las resinas. Ahora es posible fabricar dentaduras postizas convencionales con un aspecto muy natural. El ajuste y la función se han mejorado, pero todavía quedan lejos de los dientes naturales. Una prótesis completa afecta al habla y al gusto, y aunque restablece la capacidad de masticar, no contribuye a conservar el hueso.
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